Bogotá, 30 de enero de 2013.- Cincuenta aprendices del SENA, integrantes
de los programas tecnológicos Entrenamiento Deportivo y Actividad Física,
acompañarán a los menores –de entre 7 y 17 años de edad y habitantes de diez
localidades de la capital– en el desarrollo de talleres de prevención de la
violencia y consumo de sustancias psicoactivas, así como en la práctica de
deportes.
El programa,
lanzado en los cerros de San Cristóbal –en la localidad de Usaquén–, fortalece
el tejido social y el capital humano, lo que se traduce en una opción para
evitar la violencia.
Los niños y jóvenes accederán al programa ‘Convivencia y paz: gestor del
deporte’, desarrollado mediante una alianza interinstitucional entre la Alta
Consejería Presidencial para Bogotá, la Alcaldía Mayor, el Instituto Colombiano
del Deporte (Coldeportes) y el SENA, con el acompañamiento de la Policía y el
Ejército Nacional.
“Se atenderá a población vulnerable víctima de la violencia social, siendo
la actividad física el medio perfecto para generar y fortalecer procesos
comunitarios que ayuden a mejorar las relaciones de convivencia, lo que
redundará en mayor seguridad y menos pobreza”, aseguró Gina Parody, alta
consejera presidencial para Bogotá.
Cinco aprendices, durante seis horas semanales en cada una de las
localidades, se encargarán de guiar a los beneficiarios en el desarrollo de la
estrategia.
“Un joven que adquiera buenos hábitos con el deporte jamás tomará un
arma. El deporte es fundamental, no sólo para la salud física sino mental. De
esta manera, los menores de estas poblaciones marginadas ocuparán de mejor
manera su tiempo libre, al adquirir valores como el respeto y la solidaridad”, afirmó José
Giovanni Lozano, subdirector del Centro de Formación en Actividad Física y
Cultura, de la Regional Distrito Capital, a la que pertenecen los aprendices
acompañantes.
En el proceso de selección, los niños y jóvenes escogieron la disciplina
deportiva en la que participarán y entre las cuales se encuentran el fútbol
microfútbol, voleibol, baloncesto, tchoukball (un deporte de equipo que
pretende contribuir a la construcción de una sociedad armoniosa y que no
implica heridas graves como las que ocurren en otras disciplinas) y ultimate
(conodido popularmente como frisby). Éstos los practicarán en jornadas
extracurriculares, tres veces a la semana.
Además, durante el año se han programado 40 talleres lúdicos formativos
con actividades y prácticas deportivas. En junio se organizará una reunión
comunitaria ambiental; en octubre, una comunitaria cultural; y en noviembre se
realizará un carnaval deportivo.
En el transcurso de la ejecución del programa, los niños participantes
recibirán dotación deportiva.
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