Bogotá, 12 de diciembre de 2012.- El fútbol es una pasión y desde hace varias décadas miles de
personas en distintas ciudades del mundo se reúnen para apoyar a su equipo
favorito. En esta fiesta, la gente se olvida por un momento de la rutina diaria
para llenarse de emoción y adrenalina; no obstante, con el paso de los años, lo
que eran grupos aficionados, se han convertido en focos de violencia de
fanáticos.
Las barras bravas, como hoy se denominan, están conformados por
personas de todas las clases sociales, las mayoría son jóvenes de 14 a 25 años
que se caracterizan por su fanatismo y amor hacia su equipo, a muchos de ellos
les ha tocado vivir procesos muy difíciles en su familia y en su entorno.
Un vivo ejemplo de esta situación esta en la localidad de Kennedy
en Bogotá, uno de los sectores con más riesgos para los jóvenes de la ciudad.
Según cifras del Distrito, el 23,8% de la población está entre los 14 y 25 años
de edad, y uno de cada dos homicidios que se presenta en la ciudad deja como
víctimas a jóvenes entre los 15 y los 29 años, según los registros del
Instituto de Medicina Legal.
“Ser
barrista me da mucha alegría. Es una pasión que no puedo expresar, tan solo la
siento. Me gusta mucho ir al estadio con mis amigos porque ellos me han
acompañado desde mi niñez, prácticamente, ellos son mi familia”,
manifiesta Gabriel Fernando Varela, barrista del equipo de fútbol de
Millonarios y aprendiz del Tecnólogo en Entrenamiento Deportivo del Centro de
Formación en Actividad Física y Cultura del SENA.
El nuevo rumbo de las barras bravas
El SENA y la Policía Nacional desarrollan en la localidad de
Kennedy el programa ‘Jóvenes a lo bien’, un espacio de formación en donde
miembros de la fuerza pública y más de 150 jóvenes barristas de los equipos de
fútbol de Millonarios, Santa Fe y Nacional se forman como tecnólogos.
“Esta
formación ha sido una solución para que los barristas convivamos pacíficamente.
Estamos reunidos aficionados de diferentes equipos de fútbol. Al iniciar las
clases nos mirábamos mal, con el tiempo medio nos saludábamos y ahora hemos
compartido tanto que nos vemos como amigos”, asegura Juan Pablo
Meneses Salamanca, barrista de Santa Fe y aprendiz SENA.
‘Jóvenes a lo bien’ es una estrategia articulada con autoridades
locales que ofrece a los barristas formación profesional integral en sus
barrios, que les permite integrarse a la vida laboral y les ofrece
oportunidades de formación, enfoque que implica dejar de entender el
fenómeno desde la represión policial para abordarlo como un problema de
profundas implicaciones sociales que es necesario comprender y resolver,
contribuyendo a la seguridad y convivencia pacifica de la ciudad.
Hernán Agudelo es patrullero de la Policía Nacional, a la vez
aprendiz y compañero de los barristas en la formación de Entrenamiento
Deportivo. “La
oportunidad de formarme al lado de los jóvenes me permite entenderlos y ver el
mundo desde su punto de vista, uno no entiende el mundo de ser fanático hasta
que convive con ellos, ahora yo sufro al ver un partido del equipo, eso es muy
bonito. Así mismo, los barristas entienden mi trabajo cuando me toca hacer
batidas. Este ámbito de formación me permite entender la problemática desde mi
perspectiva de policía y ahora de deportista, para ayudar al desarrollo de la
localidad”.
Debido al fenómeno de violencia, descomposición social y falta de
oportunidades laborales que afectan los sectores más vulnerables de la ciudad,
se generan una serie de comportamientos que han activado la delincuencia
juvenil, de ahí deriva la importancia y pertinencia de la formación de los jóvenes
de Kennedy.
“Buscamos
que por medio del deporte se desarrolle la camaradería, el gusto por la
actividad física y que los barristas entiendan que una camiseta o el amor a un
equipo no los pueden llevar a causar la muerte a otra persona”,
señala Carlos Arturo Suárez, instructor del Centro de Formación en Actividad
Física y Cultura.
Estos jóvenes vieron en su formación una oportunidad para
redireccionar sus vidas. Ahora son un ejemplo más de la importancia que tiene
para las comunidades la formación gratuita que brinda el SENA. “Esta es una
buena iniciativa por parte de las entidades del estado ya que en la localidad
de Kennedy vive población con un alto índice de vulnerabilidad. Pretendemos que
la formación brinde a los chicos una nueva posibilidad de vida profesional,
vinculándose al sistema formativo que les permita mejorar su calidad de vida y
por consiguiente, eliminen el odio que se sienten entre barras de fútbol”,
sostiene Anderson Pinzón, líder comunitario de la localidad de Kennedy.
http://108.168.207.154/vernoticia.asp?ID=1124
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